La sombra de Palestina en Puerto Rico

Community vandalizes Brock Pierce’s recently acquired Children’s museum building in Old San Juan. Credit: Comité Boricua.

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En las desoladas calles del Viejo San Juan se siente un ambiente ominoso. Esta penumbra se hace tangible por los drásticos cambios que son visibles de inmediato. Los residentes han desaparecido, ya sea debido a una migración renuente a los Estados Unidos en busca de oportunidades económicas no aseguradas o por el desplazamiento forzado. Junto a ellos se ha ido el estilo de vida que solía definir lo que era el Viejo San Juan. Un viernes por la noche en la Calle San Sebastián es ahora una experiencia soñolienta, salpicada de algunos bares que ahora atienden en gran medida a la última invasión gringa. Los que se quedan, después de haber perdido sus comunidades ante los Airbnbs y los pioneros de la criptomoneda, siguen dejando claro su sentir. "Gringo go home" está escrito en las paredes en inglés, legible para los colonizadores que llegan. Sin embargo, este mensaje directo de los nativos no ha disuadido la afluencia de los colonos. Muchos de ellos vienen a Puerto Rico debido a la Ley 60, anteriormente llamada Ley 20 y 22, instituida por el gobernador Luis Fortuño en 2012, para cosechar sus beneficios mientras la gente puertorriqueña está subyugada bajo una Junta de Control Fiscal impuesta por el gobierno invasor de los Estados Unidos que supervisa brutalmente la gobernanza económica de Puerto Rico. De manera muy similar a la Ley Homestead de 1862, que aceleró la colonización de las tierras occidentales arrebatadas por Estados Unidos al otorgar a los colonos blancos 160 acres de tierra pública inspeccionada, la Ley 60 promueve la reubicación de colonos o inversores individuales "para estimular el desarrollo económico [de Puerto Rico]” ofreciendoa a personas no-residentes exenciones fiscales del 100% sobre todos los intereses, dividendos y ganancias de capital a largo plazo". Esta ley va acompañada de la designación del 98.5% de Puerto Rico, incluyendo el 99% de sus playas, como zonas de oportunidad. Las zonas de oportunidad se definen como "comunidades deprimidas económicamente, definidas por tramos censales individuales, elegibles para un trato fiscal preferencial para fomentar la inversión privada y pública". Lo que en 1862 fue una invasión terrestre bajo la filosofía del Destino Manifiesto se manifiesta hoy a través de la Dictadura para la democracia, la filosofía de PROMESA.

Ahora la tensión entre gringos y puertorriqueños se siente incluso en los rincones más remotos de Puerto Rico. Los colonos especulativos recorren el archipiélago arrebatando propiedades mientras se benefician tanto del capitalismo de desastre provocado por el huracán María como del apretón económico de PROMESA. Los colonos, que ahora aumentan en número a medida que los puertorriqueños emigran a los Estados Unidos como resultado de esta tormenta neoliberal perfecta, se han vuelto más descarados con sus privilegios, su racismo y su explotación, algo evidente en la documentación de los enfrentamientos entre colonos y puertorriqueños publicados en línea. La administradora de riquezas Kira Golden, quien declaró infamemente en una entrevista que el huracán María fue "increíble para la isla", es la desarrolladora detrás de la compra de ocho propiedades en Río Piedras, expulsando a sus residentes a largo plazo después de aumentar el alquiler en $300 al mes. En Rincón, Martin William Drew (CEO de Planet Rincón, una empresa de desarrollo inmobiliario) se enojó con un trabajador cuando se le negó el servicio por no cumplir con la política de uso de mascarilla durante la pandemia de COVID en un supermercado local llamado Econo. Drew escupió en la cara del trabajador, quien rápidamente respondió golpeándolo en la boca. En 2021, Refugio Puerto Rico, que se describió a sí mismo como una "granja de permacultura en ciernes y retiro de bienestar", publicó un anuncio buscando dos personas con habilidades de construcción o soldadura. El trabajo no ofrecía salario, solo alojamiento, comida y reembolso de los gastos relacionados con el trabajo. En Mayagüez, el empresario Thomas Bowen, propietario del ahora desaparecido sport bar Island Axe, buscó contratar "dos representantes de ventas sin acento". Bowen se jactó en línea de que colonos como él "seguirán tomando el control [de Puerto Rico]" para crear "un Hawái 2.0". Si bien la perspectiva inminente de la estadidad se cierne sobre la cabeza de Puerto Rico, no es Hawái en lo que Puerto Rico está a punto de convertirse, sino en Palestina.

Composite of infographic image of Disappearing Palestine by Friends of Al-Aqsa and U.S. Marine Occupation of Vieques (red) by César Ayala Casás 2006, UCLA

El colonizador más influyente en Puerto Rico es el capitalista de riesgo en criptomonedas Brock Pierce. Pierce, cuya fortuna ronda los 2 mil millones de dólares, fue criado en Minnesota por su madre, una misionera cristiana. La crianza misionera cristiana de Pierce, -desligada de sus raíces coloniales- parece dar forma a su visión de una "Puertopia" descrita por los bloggers de criptomonedas como una "Jerusalén cripto-libertaria". Esta referencia a Al-Quds (Jerusalén) en la Palestina ocupada, que actualmente sirve como capital ilegal de Israel, es más que una coincidencia. Pierce tiene importantes vínculos con Israel, que parecen tener motivaciones tanto ideológicas como estratégicas. En 2022, Pierce apareció junto al secretario de Estado de Donald Trump, Mike Pompeo, y al alcalde de Nueva York, Eric Adams, en un evento organizado por la Israel Heritage Foundation (IHR). El principal objetivo de esta organización sionista es "fortalecer la seguridad de Israel, fomentar la Aliá mundial o la inmigración a Israel y apoyar la soberanía en todo Israel, incluyendo Judea y Samaria", o como se conoce comúnmente, Cisjordania, que abarca uno de los dos territorios palestinos restantes. Durante su discurso, Pierce abordó una variedad de temas: alabando a Israel como un centro de innovación a pesar de ser un país pequeño, defendiendo la necesidad de la ley y el orden y expresando su apoyo a Israel y todas sus causas.

Dado al recibimiento que Pierce ha tenido en Puerto Rico, no es sorprendente que busque respuestas en Israel, un pequeño país innovador con una población nativa que se niega a ceder. Brock Pierce ha enfrentado protestas públicas en Puerto Rico y sus propiedades han sido vandalizadas en repetidas ocasiones. Para contrarrestar esta mala imagen pública, ha utilizado múltiples estrategias. Una de las tácticas de Pierce ha sido la política electoral, incluyendo una candidatura presidencial en 2020 y otra para senador en Vermont en 2021, lo que resultó en su retiro de la carrera para iniciar un super PAC pro-criptomonedas, One America. Sin embargo, la estrategia más exitosa de Pierce ha sido el establecimiento de su proyecto filantrópico, la Fundación Integro. A través de Integro, Pierce ejerce un gran poder de financiamiento sobre la creación de organizaciones sin fines de lucro, pequeñas empresas y proyectos de conservación ambiental. De hecho, Pierce tiene interés en cooptar y coaccionar al público. Pero si esta es su táctica para ejercer un poder suave sobre Puerto Rico, ¿cuál sería la táctica de poder duro que la acompañaría? Quizás su extravagante adoración por Israel pueda proporcionar una pista.

Brock Pierce visiting with Prime Minister Netanyahu on February 20, 2022. Instagram

Pierce visitó Israel a principios de 2022 para reunirse con varios miembros de la Knesset, incluyendo al propio Benjamín Netanyahu. Pierce le dijo al Jerusalem Post sobre su visita: "No estoy buscando realmente nada. Estoy hablando con varios gobiernos de todo el mundo... Pero Jerusalén ha estado en mi lista de lugares para pasar algún rato durante un tiempo... Este viaje cumple múltiples funciones. Solo estoy ofreciendo información... No quiero decir detalles, pero digamos que tuve conversaciones sobre cosas como la seguridad nacional y otras cosas que son críticas para el futuro de Estados Unidos". Pierce suele estar acompañado por su jefe de personal, Yidel Perlstein, quien también es el presidente de la junta comunitaria en Borough Park Brooklyn y el primer judío jasídico en ocupar el cargo. Este lo acompañó en su viaje a Israel. Si Pierce está en el negocio de la creación de mundos, el modelo sionista que elogia públicamente y con el que ha cultivado profundas conexiones parece ser lo que imagina para Puerto Rico, convirtiendo el brutal régimen de apartheid y el genocidio actual de los palestinos en Gaza en una posibilidad futura para Puerto Rico. Pierce no es el único capitalista de riesgo de criptomonedas en Puerto Rico que invirtió en Israel. Otros como David Malka y Jordan Fried han “donado” un millón de dólares para fletar el Airbus A330-200 que transportó a más de 150 reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel desde Los Ángeles a Tel Aviv. También han aportado 1.5 millones de dólares para pagar suministros, incluyendo chalecos antibalas. De esta manera, los colonos que explotan y capitalizan la miseria puertorriqueña causada por el capitalismo del desastre y la dictadura económica neoliberal de PROMESA pueden financiar en privado el genocidio de los palestinos mientras profesan públicamente su admiración por el estado colonial sionista. Esta no es la primera vez que Puerto Rico y Palestina se vinculan de esta manera.

La pequeña isla de Vieques se encuentra al este de la tierra firme puertorriqueña, junto a Culebra, mientras que la Isla de Mona flanquea la tierra firme por el oeste. En 1941, el ejército de Estados Unidos expulsó por la fuerza a unas 10,000 personas de Vieques a punta de pistola y las reubicó en el centro de la isla. El resto de Vieques se convirtió en una zona de guerra, utilizada para probar más de 3 millones de libras al año de municiones vivas y explosivos en la tierra y el mar, que contenían napalm, uranio empobrecido, plomo y otros productos químicos tóxicos. Esta violencia se mantuvo durante más de 60 años. Las protestas de la población contra esta ocupación militar que convirtió su tierra en sitio de pruebas de bombas fueron en gran medida ignoradas, hasta 1999, cuando la marina dejó caer accidentalmente una bomba de 500 libras en un puesto de vigilancia, matando a David Sanes, de 35 años, que trabajaba en la base como guardia de seguridad. La lucha en Vieques entonces se extendió por el mundo, catalizando acciones, desobediencia civil y marchas en todo el globo, donde la lucha anticolonial y antiimperial en Puerto Rico se alineó con otras luchas como la de Palestina. Por ejemplo, en el desfile anual del Día de Puerto Rico en Nueva York, el grupo Palestine Right to Return Coalition marchó junto a los puertorriqueños en la diáspora. En 2001, George W. Bush anunció el cierre de la base naval estadounidense y la gente de Vieques finalmente logró expulsarlos de sus tierras en 2003. Sin embargo, el impacto persiste. Solo se ha limpiado la superficie de 1,600 de las 4,000 hectáreas sospechosas de contener municiones. Además, se encuentran concentraciones inusualmente altas de metales tóxicos como mercurio, uranio y arsénico en el cabello y la orina de los viequenses. Los residentes de Vieques tienen tasas significativamente más altas de enfermedades cardíacas, enfermedades hepáticas, diabetes y tasas de mortalidad infantil, con un 280% más de probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón en comparación con los puertorriqueños en el territorio mayor. Y, aún así, la isla de Vieques todavía no tiene un hospital. Sin embargo, cuenta con destinos turísticos de lujo como el Hotel W, que fue comprado por Brock Pierce en 2022.

Banner, Vieques Solidarity Event, Puerto Rican Day Parade, NYC June 10, 2001. Al- Awda.org

Lo que en última instancia produce la ocupación asentadora colonial es desposesión, apartheid y genocidio. La creación del estado colonial asentador de Israel produjo la Nakba, o la catástrofe tal como la conocen los palestinos, que expulsó a 700,000 palestinos de sus tierras y destruyó más de 500 aldeas palestinas, así como la doctrina del Destino Manifiesto produjo el Sendero de Lágrimas (Trail of Tears) para los pueblos Cherokee, Muscogee, Seminole, Chickasaw y Choctaw, expulsándolos por la fuerza de sus tierras ancestrales en el sureste de Estados Unidos. Esto es lo que experimentaron los habitantes de Vieques a punta de pistola en 1941 en una escala mucho menor y lo que ahora temen los puertorriqueños al enfrentar la última versión de la invasión de colonos. Si bien hay particularidades que distinguen la ocupación asentadora colonial en Palestina y Puerto Rico, lo que los acerca es el papel integral de los Estados Unidos en el mantenimiento de cada proyecto. Los datos más recientes muestran que Estados Unidos comprometió más de $3.3 mil millones en asistencia extranjera a Israel en 2022. Aproximadamente $8.8 millones de esa cantidad se destinaron a la economía del país, mientras que el 99.7% de la ayuda se destinó al ejército israelí. Para Puerto Rico, que ha estado subyugado bajo el dominio colonial de Estados Unidos desde 1898, la subordinación de la tierra, sus recursos y su gente cambia con el tiempo según los intereses estadounidenses. Ahora se entiende bien que "el colonialismo asentador es una estructura, no un evento". La última versión renueva la violencia colonial de los asentadores de la Ley Homestead a través de medidas neoliberales como la Ley 60, que lleva a empresarios/pioneros a Puerto Rico, donde están dando vueltas en sus caravanas por todo el archipiélago.

Guerrilla artist intervention in San Juan, Photo: Ruth Figueroa Couvertier

Para los puertorriqueños, este peligro es doble. En primer lugar, se enfrentan al poder de una clase rica de inversionistas de criptomonedas que se beneficia del acuerdo colonial, adquiere tierras y poder económico y ejerce una tremenda influencia sobre el archipiélago. Como hemos visto, esta clase de inversionistas de criptomonedas ha expresado su afinidad e incluso lealtad al proyecto colonial asentador sionista, que ya les ha demostrado sus métodos en el intento de "eliminar al nativo", proporcionando un modelo para confrontar las crecientes hostilidades que los colonos en Puerto Rico enfrentan regularmente. En segundo lugar, a medida que la creciente población de empresarios/pioneros gana poder político como nuevos residentes de Puerto Rico, pueden comenzar a ejercer su poder electoral y unirse al coro, posiblemente presionando por la estadidad. Los colonos se convertirían entonces en puertorriqueños, como ciudadanos del estado de Puerto Rico, asegurando la desaparición del pueblo puertorriqueño y su cultura. Pero la rica historia de resistencia anticolonial puertorriqueña resuena hoy en el grito desafiante de "¡Gringo, go home!". El pueblo de Puerto Rico no desaparecerá en silencio. La confrontación inevitable está prometida. Por esta razón, los puertorriqueños gritan "¡Que viva Palestina!", denunciando la ocupación sionista de Palestina y pidiendo el fin del bombardeo genocida y la limpieza étnica en Gaza a manos de Israel. Para los puertorriqueños, Palestina se entiende íntimamente a través del lente de la lucha puertorriqueña. La sombra de Palestina se cierne sobre Puerto Rico.


Shellyne Rodriguez es una artista, educadora, escritora y organizadora comunitaria con sede en el Bronx. Su práctica utiliza texto, dibujo, pintura, collage y escultura para representar espacios y sujetos comprometidos en estrategias de supervivencia contra el borrado y la subyugación.

Ruth Noelia Figueroa Couvertier (ellos/ellas, ella), graduada en Literatura Comparada, es una persona afro-boricua-caribeña, negra y feminista socialista que cree en la independencia de su tierra, Borikén, y la liberación de todos los territorios ocupados. Actualmente trabaja como educadora y asistente de galería en Loíza, Puerto Rico.

Yansi Rosario Emanuelli ayudó a traducir este artículo.

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